El mosquito portador del dengue –el Aedes aegypti– tiene la capacidad de sobrevivir al frío. Si bien durante el otoño-invierno se registraron menos casos, los contagios continuaron. Ahora, con la llegada de los meses de verano, la actividad de los mosquitos aumenta, y también crecen las posibilidades de contagiarnos: en los días cálidos pasamos más tiempo al aire libre y estamos más expuestos a las picaduras ya que usamos menos ropa. Por eso debemos extremar las precauciones.

La mejor “vacuna” está en los hábitos
Como no existen vacunas ni tratamiento específico contra el dengue, la forma más efectiva de frenarlo es adoptar hábitos para combatirlo. En ese sentido, la primera medida de prevención es eliminar los criaderos de mosquitos para impedir que se reproduzcan.
Pese a que varios municipios llevan adelante campañas de fumigación, las mismas no llegan a todos los sitios donde se reproduce el mosquito, por ejemplo en los patios, fondos e interior de las casas. Entonces depende de nosotros evitar que se acumule agua en recipientes como macetas, frascos, ruedas de auto, palanganas, entre otros, sitios donde se reproduce el mosquito. En el caso del agua en floreros, portamacetas y bebederos de mascotas, es recomendable renovarla cada tres días; como así también limpiar canaletas y desagües para no permitir la acumulación de agua.
Además, para limitar la circulación del mosquito en el interior de casa, podemos usar tabletas o espirales y colocar mosquiteros en puertas y ventanas.

Importante
-Debemos tener en cuenta que no existe el contagio de persona a persona, sino que se transmite cuando el moquito pica a una persona enferma y luego pica a una sana, contagiándola.
-La forma de no enfermarse de dengue es evitar la picadura del mosquito. Por eso, al aire libre, es recomendable usar repelentes y vestir ropa clara que cubra los brazos y las piernas.
-Además, como medida básica de prevención en casa, tenemos que eliminar los lugares donde podrían formarse criaderos de mosquitos (baldes, macetas, floreros, etc.), ya que este mosquito tiene hábitos domiciliarios.

Síntomas
Fiebre de 38 grados o más, acompañada por uno o más de estos síntomas:
-Náuseas o vómitos.
-Dolor detrás de los ojos.
-Dolor muscular y en articulaciones.
-Cansancio.
-Aparición de manchas en la piel.
Si pensás que podés tener dengue, no tomes aspirinas ni te automediques. Lo más importante es que consultes al médico.