¿Cómo ayudarlos a estudiar?

Si bien en la escuela les enseñan técnicas de estudio, comprensión de textos y les imparten consejos sobre cómo incorporar conocimientos, el trabajo en casa puede reforzar y mejorar el rendimiento escolar.

Imitar un modelo
Los chicos muchas veces imitan a sus padres, y la forma de trabajar que tengan estos últimos será la forma de estudiar que tal vez tengan ellos. Si ven que los adultos trabajan sobre un escritorio despejado, con los materiales y las tecnologías necesarias; con el tiempo y el espacio propicio, apagando artefactos de uso cotidiano;   ellos harán lo mismo y los resultados serán exitosos.

El entorno en donde estudiar es fundamental para el buen rendimiento. Nadie puede leer y tener éxito si alrededor está el resto de la familia charlando o viendo la tele a todo volumen. Tampoco sirve tomarle la lección a las apuradas, cuando faltan 5 minutos para cenar. Frente a la presión, los chicos no rinden de la mejor manera.

Acompañar en la tarea pero no hacerla por ellos
La autonomía frente al estudio se logra acompañando y no haciendo con ellos la tarea. Preguntarles qué tienen que hacer, darles el espacio para que consulten, orientarlos sobre cómo sería la mejor manera de encarar un trabajo, pero también dándoles la seguridad de que puedan hacerlo solos.

Cada cual a su manera
Hay diversas formas de estudiar y con el tiempo cada uno va eligiendo la que mejor le resulta. Los padres pueden ayudar a descubrir qué metodología de estudio les resulta mejor ofreciéndoles todas las alternativas.
Algunos se acostumbran a estudiar con música, otros necesitan el silencio absoluto, otros requieren fraccionar el tiempo de estudio en espacios de media hora porque se dispersan, y hay quienes logran mejores resultados si comienzan y culminan de un tirón y sin interrupciones.

Consejos útiles
Aprovechar internet. Googlear también es leer y comprender. Lo importante es que aprendan a buscar información y rescatar lo más importante y no “copiar y pegar” textos indiscriminadamente.

Ayudarlos a programar sus horas de estudio y diversión. Es útil que tengan un orden en su cabeza con las actividades que tienen que desarrollar y los tiempos de los que disponen para ello.

Provocar la lectura sutilmente: dejar folletos de delivery, la sección de espectáculos del diario, una noticia sobre música o sobre el deporte que ellos practiquen, las promociones de un local de ropa. Todo es lectura y todo demanda comprensión.