¿Te fuiste a vivir solo? Te ayudamos a cocinar

Te fuiste a vivir solo y la comida es un tema que te preocupa, entre otros. Alimentarte sanamente no dependerá  sólo de la calidad y cantidad de tus comidas sino también de la higiene con la que las elabores y el estado de los productos que utilices.
Seguramente te surjan dudas respecto a cómo cocinar ciertos alimentos o cómo conservarlos para que no se te echen a perder.
Te dejamos unos consejos:

  • Antes de comenzar a cocinar, lavá bien tus manos. Las bacterias que traes de la calle la podés transmitir a tus comidas.
  • Lavá bien las verduras antes de cocinarlas o comerlas crudas.
  • Los huevos que tengan restos de suciedad de las gallinas, limpialos bien pasándoles un trapo húmedo antes de guardarlos en la heladera o consumirlos. No los sumerjas en el agua sin limpiarlos, ya que  la cáscara del huevo es porosa y pueden pasar salmonellas al interior del huevo. Si están rotos, no los consumas.
  • Leé las etiquetas de los productos comprobando el vencimiento, antes de consumirlos.
  • Respecto a los productos envasados en latas, no los compres si la lata está oxidada por fuera o abollada. Además no consumas el producto cuando al abrir la lata le salga gas.
  • Evitá la contaminación cruzada, es decir, no mezcles carne cruda con alimentos ya cocinados o que no vayan a cocinarse. Es importante la correcta higiene de las tablas, utensilios, platos, etc, luego de cortar carne sin cocinar para evitar la transmisión de bacterias.  Lavalos con agua y detergente después de usarlos.
  • Cociná bien la carne cruda (pollo, vaca, cerdo o pescado).  Sin el tiempo de cocción necesaria no se eliminarán las bacterias.
  • Por último, mantené refrigerados los productos que lo necesiten y limpiá tu  heladera asiduamente.