Los cambios en las condiciones climáticas propios de esta época, con la llegada de los fríos más intensos y los altos niveles de humedad, generan condiciones de mayor riesgo para que se propaguen las enfermedades respiratorias.
Los virus comienzan a circular y en los ambientes cerrados y calefaccionados se generan las condiciones ideales para su propagación.  Los más afectados por el clima son los bebés menores de dos años y las personas mayores, quienes en el lapso que se extiende de abril a julio, se enferman en el 70 por ciento de los casos, según los especialistas.

Para evitar complicaciones es fundamental cumplir con los programas de vacunación y, principalmente en esta época del año, aplicar la vacuna antigripal (gratuita) en los grupos de riesgo: bebés, adultos mayores, embarazadas y personas con patologías de riesgo.

atencion
Si te vacunaste el año pasado, este año debés repetirlo. El virus va mutando año a año y la vacuna se ajusta de acuerdo a ello.

Cómo evitar la circulación de la enfermedad
Quienes no tienen necesidad de aplicarse la vacuna, también pueden ayudar a evitar la propagación del virus de la gripe a través de acciones muy sencillas.

  • Ventilar adecuadamente los ambientes, abriendo ventanas cuando haya sol
  • Lavarse  adecuadamente las manos con agua y jabón.
  • Cubrirse la boca y la nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar.
  • No llevarse la mano a la boca, nariz y ojos después de tocar superficies.
  • Ante síntomas como fiebre, dolor de cabeza o muscular, tos o moco consultar al médico y no estar en contacto con los grupos de riesgo, ya que si se enferman, se les puede ocasionar complicaciones graves.

Acción de vacunar