La exposición a la radiación UV es la principal causa del cáncer de piel. Evitarla es la medida de prevención más efectiva.

Lo que tenés Que Saber

En Argentina se diagnostican 1.400 nuevos casos de cáncer de piel al año. La forma más eficaz de prevenirlo es restringir la exposición a los rayos ultravioletas, sobre todo entre las 10 y las 16. 


La exposición a la radiación UV es la causa más importante del cáncer de piel y la única que se puede controlar, ya que hay otros factores propios de cada persona que pueden aumentar el riesgo, como la edad avanzada, los antecedentes familiares o la piel muy blanca que sólo se enrojece y nunca se broncea. El índice UV es la forma adoptada internacionalmente para expresar mediante un número la intensidad de la radiación UV. Cuanto mayor es el valor de este índice, más alta es la probabilidad de que se produzcan rápidamente lesiones en la piel y los ojos.

De acuerdo a las últimas estadísticas de la Sociedad Argentina de Dermatología se diagnostican  1.400 nuevos casos por año en nuestro país. Es decir, veinte casos nuevos por año cada cien mil habitantes, ocupando el séptimo puesto en América Latina. El melanoma, la forma de cáncer de piel más agresiva y con peor pronóstico, causa cada año la muerte de más de quinientas personas en el país, de modo que es prioritario implementar todas las medidas posibles para prevenirlo.

Tips para protegernos de los rayos UV:
  • Evitar el sol en los horarios de alto riesgo: de 10 a 16
  • Permanecer a la sombra
  • Cubrirse con ropa adecuada
  • Usar anteojos de sol
  • Usar cremas protectoras solares que bloqueen radiación UVA y UVB, con factor de protección solar mayor a 30..
HÁBITOS SALUDABLES

La radiación solar es vital, pero exponerse a ella sin controles supone un riesgo para la salud por sus efectos perjudiciales para la piel, entre los que se destacan las quemaduras solares, la fotosensibilidad, las fotodermatosis, la inmunodepresión, el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel.

La forma más eficaz de prevenir daños es restringir la exposición a los rayos ultravioletas (UV) que forman parte de la luz solar, lo que se logra evitando estar bajo el sol, vistiendo ropa que impida el paso de esos rayos y usando anteojos de sol y protector solar en las zonas de la piel que quedan expuestas.

Lo ideal es evitar el sol entre las 10 y las 16 horas, cuidando de permanecer a la sombra, si es posible bajo un techo o un toldo, que siempre son más eficaces que los árboles. También es recomendable usar ropa de trama cerrada pero holgada (con mangas), gorros o sombreros de ala ancha y anteojos de sol con filtros para RUV. Hay muchos anteojos “truchos” que no retienen la radiación y sirven estéticamente pero dañan la vista.

Es necesario usar en forma habitual cremas protectoras solares que bloqueen la radiación UVA y UVB, de calidad reconocida y cuyo factor de protección solar (FPS) sea mayor a 30. Hay que aplicarlas 30 minutos antes de exponerse al sol (ya que deben penetrar en la piel) y renovarlas cada 2 horas o luego de salir del agua.

Proteger especialmente a los niños del sol. Bebés menores de 1 año deben evitar completamente la exposición. Las niñas y los niños mayores de un año deben recibir mucha atención ya que realizan numerosas actividades al aire libre y tienen la piel más sensible que los adultos. En su caso la exposición a la radiación ultravioleta (RUV) es todavía más riesgosa, porque tienen menos melanina y la capa córnea más fina y permeable que los adultos.Las quemaduras en la infancia y adolescencia suponen un factor de riesgo independiente para el desarrollo de melanoma en la vida adulta, como también existe una asociación entre la exposición solar en la infancia y el desarrollo de lunares.

Si se tiene en cuenta que algunos estudios detectaron que a los 18 años una persona ya se expuso al 80% del total de las radiaciones solares que recibirá en su vida y que los comportamientos que se adquieren de forma temprana tienden a perdurar a lo largo de la vida, la niñez es una etapa crucial para aprender y asimilar hábitos saludables duraderos.

Esa Peligrosa “Moda” de estar bronceados

A esta altura ya se sabe que el bronceado sano o seguro no existe, porque es un mecanismo de defensa: si aparece, es que el daño ya ocurrió. El tono que adquiere la piel se debe a la producción de un pigmento oscuro llamado “melanina”, que protege el ADN de las alteraciones celulares que vienen a causar los rayos solares, condicionando la aparición de tumores, algunos graves, como el “melanoma”.

Los fotoprotectores tópicos tienen la propiedad de disminuir la acción perjudicial de los rayos solares en la piel, de modo que no deben usarse solamente en verano, si no cada vez que nos exponemos a las radiaciones solares, incluso si está nublado. La arena, el agua y la nieve reflejan los rayos y aumentan su acción. Si bien las radiaciones son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, eso no significa que fuera de ese horario no haya riesgos.