Alicia Filpe es vecina de City Bell, tiene seis hijos, 13 nietos y lleva muchos años afiliada a IOMA. Desde hace 10 años comenzó a notar cambios en su cuerpo y reconoció que hubo momentos en los que “no me reconocía en el espejo”. Luego de diferentes diagnósticos, los médicos le diagnosticaron un tumor de hipófisis que le disparaba las hormonas de crecimiento.

A pesar de que lograron extirparlo, Alicia debe tomar su medicación de manera mensual. Esta droga tiene un precio alto pero gracias al programa de Medicamentos esenciales de IOMA, Alicia hoy puede contarnos esta historia.

“Durante mucho tiempo aportamos a la obra social sin poder usarla, pero de repente pasa todo esto y la necesitás. Pero mientras tanto hay mucha gente que seguramente necesitó algo durante ese tiempo, esa es la maravilla de las soluciones colectivas”, expresó.

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