La temática de los consumos problemáticos de sustancias desde una perspectiva de derechos humanos, reconociendo en especial  a las personas usuarias de drogas como sujetos de derecho ha sido abordada en el libro “Consumos problemáticos y derechos humanos”. Conversamos con uno de sus autores, Adelqui Del Do, psicólogo y vocal en representación del Poder Ejecutivo en IOMA.

“Este libro que acaba de ser publicado y se puede acceder de manera gratuita en formato de PDF o de eBooks, surge como resultado del dictado de la Diplomatura sobre los consumos problemáticos de sustancias y sus modalidades de abordaje, que fue cursada en la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y aprobada durante 2023 por más de 2000 estudiantes de todo el país”, comentó Del Do.

El funcionario, quien además es docente de Psicología, Ética y Derechos Humanos en la Facultad de Psicología (UBA) y de Posgrado en la UNPAZ explicó que los consumos problemáticos de sustancias atraviesan todas las clases sociales. “Constituyen fenómenos complejos en los que se destaca una dimensión jurídico-normativa, una dimensión médico-sanitaria y una dimensión subjetiva –detalló-, ya que el sentido que tiene el consumo de sustancias para cada persona se inscribe en lo singular de su historia de vida, lo cual está enlazado con su contexto sociocultural y ocurre en el marco de una cultura del consumo”.

Del Do señaló junto a la coautora del libro, la destacada psicóloga, Cecilia Calloway, que una perspectiva de derechos humanos “implica no criminalizar el consumo y entender la salud mental como un concepto dinámico determinado por componentes sociales, económicos, culturales y psicológicos; implica también el derecho a la privacidad, a la autodeterminación, a la libertad y a la justicia”.

En contexto

En el recorrido del libro “Consumos problemáticos y derechos humanos”, cada capítulo cuenta con reconocidos referentes en el campo de la salud que brindan herramientas para pensar el consumo problemático en la coyuntura de esta época. Precisamente, Del Do sostuvo que “es necesario tener en cuenta el  contexto actual para hablar sobre salud mental y políticas de drogas” en la misma línea en que “desde el gobierno nacional se cuestiona la educación pública, también se cuestiona la salud pública”.

“La idea de este libro comenzó poco tiempo después de que Milei (Javier) accediera a la presidencia de la Nación, porque notamos la pérdida y el atropello de derechos, los recortes en salud en todas las áreas”, recordó Del Do y añadió “vimos en este trabajo la importancia académica, de presentar destacados referentes en salud mental contando sus experiencias en el campo de la salud mental y por otro lado, una cuestión política, para que sea una herramienta de discusión sobre la importancia de la salud pública y de los derechos humanos para pensar los consumos problemáticos, todo, realizado desde una universidad pública”.

Poniendo especial énfasis en el contexto en que fue pensado el libro “Consumos problemáticos y derechos humanos”, Del Do precisó que con la llegada de Milei al gobierno y de Patricia Bullrich a quien “ya conocíamos como ministra de Seguridad del Gobierno de Macri (Mauricio), sabíamos que ellos piensan el consumo problemático como un tema de seguridad y no de salud; piensan que la persona joven que tiene un problema con las drogas es un delincuente, no es alguien que necesite ayuda por parte del Estado”.

Territorio bonaerense

“Para nosotros es fundamental entender que las personas que tienen un consumo problemático son personas que tienen un problema de salud –subrayó Del Do-, y esa es la forma que la Provincia de Buenos Aires piensa esta temática, como lo ha marcado el gobernador Axel Kicillof, el ministro de salud Nicolás Kreplak y la subsecretaria de salud mental, Julieta Calmels”.

Para Del Do, es prioritario abordar esta temática acompañando a la personas que tienen un problema de salud mental o un consumo problemático, “no como un castigo, o como hizo Vidal (María Eugenia) en su gestión en la Provincia que llenaron las cárceles de jóvenes pobres con problemas de consumo porque iban a y detenían a un joven que estaba en una plaza y en lugar de ofrecerle salud, asistencia o trabajo, le daban la cárcel”.

Esa es la diferencia entre un modelo como tenemos en la provincia de Buenos Aires y “el modelo neoliberal antiderecho que hay en el gobierno nacional”, por eso “nuestro libro está pensado desde un Estado que cuida, que defiende la salud pública, la educación pública y que ve a las y los jóvenes como sujetos de derecho a la salud, a la educación y al trabajo y no como lo piensa Milei y Bullrich, como un delincuente que tiene que ser castigado”, aseveró Del Do.

En la Provincia, Del Do puso de relieve tres experiencias que se están llevando adelante y que son narradas en el libro: la de desmanicomialización; la línea de trabajo que se viene realizando con las escuelas secundarias y con los adolescentes en temáticas de salud mental con dispositivos grupales y también el trabajo social y en territorio, con el abordaje de los derechos humanos, como un marco de referencia necesario.

En tanto, desde su rol como vocal en el directorio de IOMA, Del Do puntualizó que en la obra social “estamos acompañando este proceso que viene realizando la provincia de Buenos Aires, adecuándonos al Plan Provincial de Salud Mental”.

En un escenario complejo el abordaje debe ser integral

 Hay un escenario complejo y crítico. “Hay directores de hospitales que nos dicen que las guardias están colmadas de casos crecientes de salud mental. Que la lista de espera para las internaciones en las obras sociales se ha triplicado. Que las cifras de suicidio van increscendo y que la tendencia a los consumos problemáticos, legales e ilegales, también está aumentando”, alertó Del Do.

A esa preocupante realidad, Del Do encuentra sus causas y motivos. “Suele pasar que muchas personas que a raíz de este gobierno neoliberal, pierden su trabajo o no llegan a fin de mes, eso les afecta su salud mental, eso empuja a la persona, por ejemplo, a otros consumos problemáticos, no siempre ilegales como el alcohol o tan presentes y actuales como las apuestas en el juego”, puntualizó.

“Una crisis similar pasamos en el 2001, con un aumento en la demanda de salud mental como la que hay actualmente, donde hay  un incremento notable en el ámbito provincial y nacional de esa demanda”, indicó Del Do, para quien esta situación en gran parte tiene que ver “con el malestar general que estamos atravesando a partir de un gobierno que destruye lo que llevó décadas construir, que quita derechos, que fomenta el odio y la maldad; un presidente que se burla y se ríe de la gente que pierde su trabajo, que a los jubilados se los reprime todos los miércoles; son salvajadas que sin duda, afectan el psiquismo y la subjetividad de muchas personas”.

Otro de los casos que exhiben el avance del gobierno nacional contra la salud pública y contra los hospitales, fue el intento de cierre del Hospital Laura Bonaparte. Para Del Do, ese es un “ejemplo paradigmático, es el único hospital nacional que aborda la temática del consumo problemático y lo que el gobierno nacional hizo fue echar más de la mitad de los profesionales que trabajan ahí”. El Bonaparte “es un lugar modelo, al que cualquier persona, psicólogo, psiquiatra o trabajador social que se quiera dedicar a esa temática querría entrar para formarse, porque tiene una muy buena política pública”, precisó.