En el marco del Día Mundial del Cáncer de Piel, que se conmemora cada 13 de junio y con el objetivo de promover la prevención y el cuidado de la salud cutánea, IOMA realizó una charla informativa y de concientización durante el taller de yoga brindado por el programa IOMA a tu Lado, que se llevó adelante en el Parque Presidente Néstor Kirchner de Merlo.
La directora regional de Morón, Patricia Ramos, remarcó la importancia de la jornada de concientización para las personas afiliadas. “Esta acción apunta a brindar herramientas para el autocuidado, difundir hábitos saludables frente a la exposición solar y sensibilizar sobre la detección temprana de lesiones en la piel. En la misma hicimos entrega de protectores solares y brindamos información de atención dermatológica en policonsultorios”, sostuvo Ramos.
La piel es una parte esencial de nuestro cuerpo. Es el órgano más grande que tenemos (mide 2 m2) y nuestra primera barrera de protección. Por eso, es necesario cuidarla todos los días, para prevenir enfermedades como por ejemplo, el cáncer de piel, el más frecuente y prevenible.
El cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos. Por lo tanto, es importante hacerse exámenes y visitar al dermatólogo, por lo menos, una vez al año como medida de prevención.
Por eso, si encontrás algunos de estos signos consultá a tu dermatólogo:
- Manchas inicialmente planas rosadas o rojizas, ásperas al tacto y que se vuelven cada vez más rugosas o escamosas (se ven especialmente en la cara, dorso de las manos, labio inferior y orejas)
- Aparición de bultos en la piel que crecen en forma sostenida en el tiempo
- Lastimaduras que no cicatrizan, a pesar de un tratamiento correcto
- Herida sangrante, costrosa, no provocada por un traumatismo previo
- Un lunar que cambia de coloración y tamaño, con bordes irregulares
- Un lunar que pica o se inflama
En qué consiste la regla ABCDE
Para reconocer una lesión maligna como el melanoma, es importante hacer la regla del ABCDE, que consiste en observarse el lunar y dividirlo en dos:
A, de asimetría: cuando una mitad es diferente a la otra
B, de borde: hay que observar si los bordes son irregulares
C, de colores: cuando tiene más de un color, nos tiene que llamar la atención
D, de diámetro: si el tamaño del lunar es de más de 6 milímetros, puede ser una lesión
E, de evolución: si cambia de forma, pica o sangra
La importancia de los factores solares
El factor solar tiene que ser, como mínimo, de 30 para bloquear la radiación UVA y UVB. Debe ser distribuido en una “cantidad generosa”, sin olvidar zonas del cuerpo como las orejas, empeines, labios, cuello, tórax y en el caso de calvicie, la cabeza.
Hay que aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol (ya que tiene que penetrar en la piel) y renovarlo cada 2 horas o luego de salir del agua.
La exposición a la radiación UV es la causa más importante de esta enfermedad y la única que se puede controlar, ya que hay otros factores propios de cada persona que aumentan los riesgos, como la edad avanzada o los antecedentes familiares.
La radiación ultravioleta proviene, fundamentalmente, del sol y los rayos UVA y UVB. Estos últimos aumentan entre las 10 y las 16 horas, por lo que se aconseja no exponerse al sol durante ese tiempo, ni siquiera con protector. Los UVA, por su parte, son altos durante todo el día y el año.
Además, un dato a tener en cuenta es que las nubes dejan pasar el 80% de la radiación UV, de modo que, aunque no haya sol, debemos cuidar nuestra piel.