Se acercan las Fiestas y, en pleno Siglo XXI, todavía hay gente que insiste con el uso de pirotecnia. Además de representar un gasto importante, su uso implica el riesgo de sufrir quemaduras, lesiones en los ojos y traumas en los oídos. Pero, principalmente, las personas más perjudicadas por esta anticuada práctica de tirar petardos y rompeportones son quienes integran la población con Trastornos del Espectro Autista (TEA). Esto se debe a que las personas con TEA no perciben los…