Es una enfermedad crónica, de base genética y mediada inmunológicamente, que provoca inflamación y descamación de la piel produciendo, entre otros efectos, enrojecimiento, escamas, picazón, dolor e hinchazón. Puede afectar cualquier área del cuerpo, aunque se ve fundamentalmente en rodillas, codos, espalda, brazos, piernas y cuero cabelludo. No es contagiosa y tiene un importante componente hereditario. Determinadas situaciones ambientales como frío, estrés, quemaduras solares, etc. pueden aumentar la cantidad o gravedad de las crisis. Debido a la visibilidad de los…